Cuando tenía cinco años escuché en no sé dónde,
que el mundo se iba a acabar en el año 2000.
Hice mis cálculos y con la seguridad de que iba a desaparecer junto a
este hermoso planeta a la edad de 23, no pude dormir con tranquilidad por
muchos meses.
Mucho tiempo pasó y cuando llegaba la hora
cero para que ocurra esta desgracia, muchos anunciaban por la tele, la radio el
internet que los planetas se alinearían en este año y ocurriría muchos
terremotos, erupciones y otras cosas terribles.
También se hablaba del espantoso Y2K en el que un virus atacaría a todas
las computadoras y harían que el mundo colapse. Y bueno, como no podía faltar,
los religiosos anunciaban el día del juicio final… uff!
Recientemente anunciaron que el 21 de
diciembre del 2012 íbamos a tener tres días de oscuridad total y que ninguna
forma de electricidad iba a funcionar, a no ser que tengas velitas bendecidas (¡?).
También decían por ahí que según los
sabios Mayas y sus cálculos, el mundo iba a acabar en el 2012. Ahora estamos en
24 de diciembre y puedo decir orgullosa que soy una sobreviviente de muchas
desgracias y de tanto fin de mundo anunciado, este año no se acaba aún, pero
dudo mucho que nuestro planeta decida desaparecer todavía.
Desde
siempre me han enseñado que no hay peor cosa que la mentira; mi mamá nos leía
la historia de “Pedro y el Lobo” para que entendamos que a la primera mentira
que te cachen, ya nadie te va a creer después.
Ahora yo digo, ya no les creamos más a estos Pedros que anuncian el fin
del mundo desde las épocas de Cristo o antes. Mejor, vivamos en nuestros pequeños
mundos haciendo felices a los demás y sintiéndonos agradecidos de continuar
sobreviviendo a tanta desgracia y cosa terrible que anuncian y vemos por ahí.
¡Disfruten de sus familias, amigos, trabajo,
amor, salud, dinero, felicidad, tranquilidad y éxitos!
Feliz Navidad y mis mejores deseos para
Uds. Este año que viene.
Andrea