domingo, 28 de diciembre de 2014

Feliz 2015



No creo que tuve muchas resoluciones para el 2014, o sea lo típico voy a hacer ejercicio, voy a bajar de peso, voy a organizar mi armario, voy a escribir más para el blog… pero al final, pasan los meses y siempre hay algo más que hacer y todas las ideas quedan para el siguiente año. 
Así que me miré fijamente al espejo y con mucha seriedad me dije “nada de resoluciones para el 2015, ¿entendido?”
Pero, después de pensar un poco, eso de ‘nada de resoluciones’ suena un poco cómodo y conformista, así que regresé al espejo y me dije “nada de resoluciones para el 2015, ¡sólo compromisos!”
Escribí una lista con algunas ideas que podían funcionar y la verdad es que creo que es posible que lo logre; entre esas está el aprender un nuevo idioma, en este caso el holandés porque me hace feliz aprender algo que me conecte más con mi esposo.
Otra cosa que pensé, fue el estar más en contacto con la gente que quiero. En realidad es súper fácil desconectarse del mundo, cuando tu propio mundo gira a mil revoluciones… llego a la casa y lo único que pienso es en una peli en el sofá, o entrar en coma leyendo cualquier cosa en el internet.
Había muchos deseos en mi lista obviamente, pero no todo depende de mí, así que esos los resumí en dos palabras: “ser feliz”. Ser feliz con lo que tengo, ser feliz con lo que todavía me falta tener y también ser feliz con las cosas que no logro conseguir.
Y aunque entiendo que la felicidad no es estar en un trance absoluto con una sonrisa permanente, entiendo que quiero tomar lo que me llegue y rescatar lo mejor de las cosas.  Tratar de ver todo como en realidad es y no como hubiera querido que sea…
Ningún compromiso es fácil y como todos, a veces necesito un empujoncito: así que si por ahí no reciben un mensajito mío o lo único que logro decir en Holandés es Ik spreek geen Nederlands (no hablo Holandés) o si me ven perder el optimismo, ¿me avisan porfa?